Carta a las Maestras y Maestros del Perú

Por Melissa Mendieta, Maestra que deja huella 2019

Maestras y maestros del Perú:

Vivimos una época de muchos retos, estamos alejados de nuestras aulas y de nuestro alumnado por el Covid 19. Pero no nos rendimos porque sabemos que cumplimos un rol importante en la Educación del país y llevamos el mensaje de resiliencia, de esfuerzo, de perseverancia ante la adversidad a través de la creatividad y el ingenio cuando realizamos nuestras clases. Por ello, nuestra imagen frente a esta crisis mundial ha recobrado la importancia que siempre debió tener en la sociedad, porque se está reconociendo su valor y su necesidad.

Sabemos que una clase virtual jamás podrá reemplazar la calidez de una clase presencial, pero aquí estamos, dando nuestro mayor esfuerzo buscando todos los medios y formas posibles para dar nuestras clases para que nuestro estudiantado siga aprendiendo y desarrollando competencias que le servirán para la vida en sociedad.

Nuestro reto más grande es aprender, reaprender o recordar en tiempo récord el uso de la tecnología para dictar clases remotas utilizando medios digitales modernos como los teléfonos inteligentes y las computadoras para transmitir conocimientos por Internet; utilizamos también, medios de comunicación tradicionales como la radio, la televisión e incluso, en el campo y en la ciudad, exponemos nuestra salud y hacemos largas caminatas para repartir materiales impresos a los alumnos y alumnas cuyas familias no cuentan con recursos para que accedan a clases por las plataformas digitales.

Hemos convertido nuestras casas en nuevos centros de trabajo, transformamos nuestras salas o dormitorios en aulas con una computadora, audífonos y cámaras, algunos incluso con pizarras y recursos visuales creativos que pueden filmarse. Si no tenemos una computadora, no importa, usamos los celulares para hacer las clases virtuales; hacemos materiales audiovisuales para enviarlos por WhatsApp o por mensajes en redes sociales; en algunas regiones se organizan clases delivery, o se hacen campañas para proveer aparatos de radio a estudiantes de las zonas alejadas donde no llega ni la televisión, para que las niñas y niños puedan, por lo menos, escuchar las clases emitidas por radiodifusión.

Las maestras y los maestros creamos una y mil estrategias para cumplir nuestra labor y no abandonar nuestras aulas, somos perseverantes y nada nos detiene, porque tenemos el compromiso de que la educación no debe parar y que así contribuimos a que salgamos adelante como sociedad y superemos todos los obstáculos que se nos presentan ahora y en el futuro.

Por ello y por tantas otras cosas afirmo que las maestras y los maestros dejamos huella con nuestro trabajo y dedicación para el diseño de programaciones, unidades, sesiones; la elaboración de proyectos y material didáctico; la revisión de trabajos y monografías; preparando y calificando exámenes, ideando prácticas diferenciadas de acuerdo a los estilos y ritmos de aprendizaje de cada estudiante. En resumen, enseñamos saberes, transmitimos conocimientos, reforzamos valores, creamos buenas conciencias, fortalecemos el alma y con compromiso, damos todo para dejar huellas en el corazón y la razón de nuestro estudiantado.

Si me pidieran definir la labor docente con una sola palabra, no podría, pues son muchas las cualidades que vienen a mi mente. Abunda la creatividad, el ingenio, la pro actividad, el afán de servir, la paciencia y en cierta forma el amor de familia que busca que las hijas e hijos de la sociedad se preparen para que en el futuro sean hombres y mujeres que aportarán con su trabajo, talento y conocimientos a un mañana mejor.

Las niñas, niños, jóvenes e incluso muchos adultos necesitamos de una figura de quien aprender y seguir su ejemplo, de una maestra, de un maestro. Gracias por darlo todo. Sigamos incansables en nuestros ideales y demostrando que ante la adversidad somos capaces de seguir aprendiendo, de adaptarnos y aportar con nuestro trabajo al desarrollo de nuestro Perú.

¡Feliz Día Maestras y Maestros de vocación!