El jueves 14 de julio se celebró la décimo cuarta ceremonia de premiación del Maestro que deja huella, reconocimiento que hace Interbank a los maestros más destacados del país. En esta ocasión, la ceremonia tuvo algunas características especiales. Por un lado, el confinamiento de la población y la necesidad de organizar desde marzo del 2020 un servicio de educación remota, a causa de la pandemia originada por la COVID-19, obligó a que la premiación programada para el 2020 se difiera para el 2021. En segundo lugar, dado que aún no es posible realizar reuniones presenciales, la ceremonia fue virtual, al igual que las evaluaciones previas de las iniciativas más destacadas presentadas por los docentes que participaron en esta nueva edición del Maestro que deja huella. Otro distintivo de esta décimo cuarta edición fue que por primera vez el concurso premió, además de un maestro de aula, a un director.
Entre quienes participamos en la organización y evaluación del Maestro que deja huella, eran muy grandes las expectativas de desarrollo de un proceso diferente a los del pasado. Esta vez todo el proceso, desde la convocatoria, remisión de las propuestas de cada candidato y la evaluación se tuvieron que realizar a distancia, empleando los recursos de la tecnología digital.
La calidad de iniciativas que llegaron hasta la fase final del concurso es la mejor prueba de que el magisterio peruano está en capacidad y dispuesto a responder con acierto aún en las circunstancias más difíciles como las que se viven con la pandemia y el cierre temporal de las escuelas. Esa calidad fue acompañada de emotividad, tanto en momentos en que los maestros exponían con pasión y rigurosidad técnica sus iniciativas, como en la ceremonia de premiación, quizá distinta a la emoción que se produce en una ceremonia presencial, pero igual de significativa y profunda.
Los ganadores de los premios de la décimo cuarta edición del Maestro que deja huella fueron el profesor Jhony Fredy Tocas Guerra, de Cajamarca, y la directora Jessica Enith Gómez Londoña, de Lima.
El profesor Tocas Guerra concursó con la iniciativa “Somos protagonistas de nuestro futuro”. Desde que llegó a trabajar en su institución educativa se percató que las expectativas de continuar estudios de educación superior de los que egresan de la secundaria eran muy escasas. Sin embargo, esa formación era indispensable para facilitar la inserción de ellos en el mercado laboral en donde hay necesidad de personal calificado. Una de las razones de no continuar estudios superiores era la económica. Es la razón por la que generó una alianza con sus alumnos y sus padres con el fin de crear espacios de reforzamiento de habilidades blandas, actitudes positivas y redes de apoyo para que sus estudiantes se mantengan en la educación y se preparen para la universidad o la formación técnica. Ello incluía apoyo y formación, pero también búsqueda de recursos: fondos para financiar estudios. Ahora son varios los estudiantes que cursan estudios en instituciones como SENATI e institutos tecnológicos para trabajar en empresas locales o realizaer actividades de emprendimiento de negocios. Además de las ventajas mencionadas, se aprecia un incremento importante de conductas responsables, integración entre las generaciones, vocación de emprendedurismo y aumento de autoestima. En épocas como las actuales, en que el desempleo y subempleo afectan a los jóvenes, la iniciativa del profesor Tocas Guerra adquiere mayor relevancia.
La profesora Gómez Londoña, que ejerce el cargo de Directora en el Centro de Educación Básica Especial María Auxiliadora, de Lima, presentó la iniciativa “Atención a población con discapacidad implementando aulas en el Centro de Educación Básica Especial” cuyo objetivo es ofrecer servicios de capacitación modular -certificados-, para facilitar oportunidades de emprendimiento o inserción laboral en las especialidades de bijoutería y fuente de soda a los estudiantes con discapacidad que atiende junto con sus familias. Para ello ejecuta un convenio con el CETPRO Nuestra Señora de Lourdes y San Francisco de Borja. El docente del CETPRO da la capacitación técnica y el docente de educación especial aporta con estrategias para el trabajo con estudiantes con discapacidad. Quienes no concluyan los módulos de capacitación pueden hacerlo en el CETPRO. La directora tambièn se ha preocupado por mejorar las condiciones de la infraestructura, mobiliario, equipamiento y funcionamiento en general del Centro de Educación Básica Especial. Para ello, ha realizado convenios con instituciones como la Posta Médica, las Universidades Ricardo Palma, Cayetano Heredia, Inca Garcilaso de la Vega y Mondragón, esta última del País Vasco, en España. Esta iniciativa es un ejemplo de como una política de inclusión con calidad se puede llevar adelante.
La ceremonia de premiación fue la ocasión para recordar y rendir homenaje al profesor Juan Urday Manrique, ganador del primer concurso Maestro que deja huella en el año 2007, y que lamentablemente falleció. Había nacido en Arequipa y cuando ganó el premio trabajaba en la Institución Educativa Las Mercedes de Puerto Maldonado.
Interbank agradece a quienes en esta ocasión actuaron como miembros del Jurado: Alvaro Henzler, Barbara Burns, Carmen Ibarra, César Guadalupe, Lea Sulmont, Liliana Alvarado y Norma Rodríguez. Asimismo, a quienes desde que se organizó el primer Maestro que deja huella son miembros del Comité Consultivo: Hugo Díaz, León Trahtemberg y Roberto Lerner.
Interbank no desmayará en sus esfuerzos de seguir alentando la mejora de la calidad de la educación peruana, en especial, aquellas iniciativas de los maestros peruanos que lleven a que las vidas de los estudiantes que forman vayan por el mejor camino que las oportunidades les pueden brindar.
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