Por Hugo Díaz
Todos años, el 28 de julio, el Presidente de la República dirige un mensaje a la Nación desde el Congreso. Según la Constitución Política del Perú, este mensaje se da obligatoriamente, en forma personal y por escrito, al instalarse la primera legislatura ordinaria anual. Contiene la exposición detallada de la situación de la República y las mejoras y reformas que el Presidente juzgue necesarias y convenientes para su consideración por el Congreso.
En su reciente mensaje, el Presidente Vizcarra hizo referencia a varios temas educativos algunos de los cuales son producto del esfuerzo de más de un gobierno. Es el caso del crecimiento del presupuesto educativo, el aumento de beneficiarios de los programas de becas, el respaldo a la aplicación de los alcances de la Ley Universitaria, la cual enfatizó que el gobierno la respalda plenamente. También se refirió a la construcción de 75 colegios.
Quizás los temas de mayor interés para el magisterio fueron los referidos a la organización y ejecución del programa Aprendo en Casa y la convocatoria del llamado Pacto Perú. En cuanto al Programa Aprendo en Casa, como se sabe, se ofrece en tres modalidades: televisión, radio y web. La práctica ha demostrado que el programa más efectivo es el que se da en la web empleando recursos digitales. No obstante, su cobertura es relativamente baja; alrededor de un 15%. Quiere decir que todavía hay una mayoría de estudiantes que no acceden a una educación que responsa a un estándar mínimo de calidad y que asegure los aprendizajes esperados. Recuperar aprendizajes no logrados a lo largo de ese año requiere de una estrategia que posiblemente no comprenderá el 2021 sino también uno o dos años adicionales.
En cuanto a la convocatoria a representantes de los partidos políticos con el fin de generar algunos acuerdos básicos en lo que ha denominado Pacto Perú, una de las propuestas que plantea es generar un entendimiento para seguir avanzando en garantizar la calidad educativa y eliminar la brecha entre educación urbana y rural, con accesibilidad a educación virtual en todos los niveles para la educación pública y privada y con una adecuada regulación del Estado. En ese propósito, lo que ha planteado el Presidente Vizcarra es apostar por un acuerdo que haga sostenible un esfuerzo de desarrollo de las tecnologías en el sistema educativo dirigido prioritariamente a la población de las áreas más alejadas y pobres del país.
Implica de una vez por todas contar con un plan de desarrollo digital para la educación que busque soluciones urgentes para algunos problemas que son fundamentales: la conectividad de banda ancha en todos los rincones del país, el acceso a la misma para los sectores más pobres de la población cuando se trata de fines educativos, el acceso en los hogares a recursos tecnológicos que hagan posible el uso de esa conectividad y el desarrollo de recursos de aprendizaje que faciliten la tarea de docentes y estudiantes en el proceso de enseñanza aprendizaje.
Un segundo tipo de decisiones que implica el desarrollo de las tecnologías es definir el modelo de escuela y de adquisición de aprendizajes que es viable para una realidad como la nuestra. El escenario que se vislumbra es que en las escuelas en el futuro habrá una combinación de la educación presencial y a distancia, que el tiempo de aprendizaje en la escuela es insuficiente para todo lo que el estudiante debe aprender y que un docente que no tenga un estándar mínimo de capacidades digitales difícilmente tendrá cabida en el sistema educativo.
El nuevo modelo al que avance la escuela requiere de varias definiciones asociadas a la gestión de los factores de aprendizaje. Será necesario clarificar el papel que juegan las tecnologías en la educación presencial y a distancia; el tipo de estrategias y contenidos a desarrollar en ambas modalidades de formación; establecer los mecanismos de monitoreo y evaluación requeridos, las capacidades que requiere el docente para desenvolverse en este modelo de práctica educativa.
La magnitud de la transformación necesaria obliga a un esfuerzo conjunto Estado-Sociedad; en especial la presencia de la academia y la empresa especializada. Pretender que solo el Estado asuma esta responsabilidad resultaría utópico. Hay un cambio de cultura que debe producirse de trabajo aislado de estos agentes.
Mientras tanto, no obstante las limitaciones que se enfrentan, no puede dejar de destacarse el esfuerzo que realizan miles de maestros para que el año escolar no se pierda. No son pocos los maestros que han puesto a prueba su creatividad y han encontrado formas de llegar mejor a sus estudiantes. En ese sentido, hay que destacar ejemplos de los varios ganadores de Maestro que deja huella cuyos aportes merecen ser aprovechados por el Ministerio de Educación y las Direcciones Regionales de Educación como ejemplos de buenas prácticas.
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